¿PUEDEN
LAS MUJERES SER LIDERES O PASTORAS
DEL PUEBLO?
¿Hasta Donde Pueden Participar las Mujeres en la Asamblea
sin Sobrepasar Ninguna Limitación?
¡19 preguntas y respuestas nos aclaran
la sana doctrina!
Shalom, favor y misericordia tengan, amigos y amigas, les habla y saluda una vez mas, su hermano y siervo ungido del Amo Yahushua, Rafael.
Esta vez me dirijo a Ustedes desde Puerto Rico, donde con la ayuda de algunos de Ustedes siervos amorosos y generosos, estamos trabajando en la "Casa en Puerto Rico" para beneficio de todos. (A propósito, si alguno otro de Ustedes quisiera colaborar de alguna manera en este proyecto, que ahora mismo es a nivel físico y espiritual, por favor diríjase a la página http://seguidores-de-yhwh-en-yahshua.weebly.com, para mas mensajes e información; o si desea consultarnos con alguna pregunta o inquietud, por favor dirijanos su email a[email protected]).
Para comenzar este mensaje, iremos directamente al grano dicendo: que lo que van a leer a continuación, a "MUCHOS LLAMADOS" no les va a gustar. Sobretodo a algunas mujeres. No les va a gustar, porque Yahweh a través de este siervo y de este ministerio Suyo no les va a hablar acerca de lo que a los mas rebeldes siervos suyos les gusta mucho oír. No, queridos míos.
Mas bien, les vamos a hablar acerca de una crítica y amorosa exortación y corrección; pero igual que hacía Nuestro Amo Yahushua, solo nos dirigiremos a "los que tengan oídos para oír." En otras palabras, en esta ocasión vamos a hablar de "lo que no gusta," y de lo que molesta e incomoda a algunos y a algunas ovejitas...pero que a la vez, a las humildes, mansas y sabias ovejas, les sirve de estímulo y de superación.
Lo planteamos de esta manera porque a muchos no les agrada escuchar lo que Nuestro Abba Yahweh y Su Hijo Yahushua tienen que decir sobre este tema. Se trata del tan malentendido y polémico tema del rol de la mujer en la Kejilah o Iglesia.
¿Según la Sagrada Escritura, puede la mujer legalmente ser ORDENADA o FUNGIR como "PASTORA" en la Asamblea del Amo Yahushua? ¿Puede la mujer tener la misma autoridad que el hombre, en el hogar y en la asamblea?
Amados, en este mensaje analizaremos los argumentos generalmente utilizados en favor de la ordenación de mujeres para el ejercicio de actividades relativas al pastoreo y liderazgo en las Kejiloht de Yahushua ja Mashiaj.
Pregunta #1
¿No creó Yahweh originalmente al hombre y a la mujer, iguales? ¿Cuál es la base, pues, para impedir que la mujer sea pastora o "apóstol" dentro de la Asamblea?
Respuesta:
De hecho, leemos en Génesis 1 que Yahweh creó al hombre a Su"imagen y semejanza." Luego creó a la mujer del hombre, siendo este imagen y semejanza de Yahweh. Comprendemos claramente en el relato más detallado de Génesis 2, que a cada uno Yahweh les dió roles diferentes, otorgando al varón el papel de liderar y de cuidar de la mujer, y a la mujer el papel de ser su ayuda idónea, en sumisión a él. Amados, esta diferenciación es percibida por el apóstol Pablo en el orden en que fueron creados (primero el hombre y después la mujer, ver 1 Corintios 11:8) y en el propósito para el cual fueron creados (la mujer fue creada por causa del hombre, 1 Corintios 11:9). La igualdad de creación, por tanto, no anula la diferencia de funciones establecidas en la misma creación.
Pregunta #2
¿No es la subordinación femenina parte de la maldición sufrida por la mujer a de la caída? ¿No ha abolido Mashiaj la maldición del pecado? ¿Por qué, entonces, las mujeres no pueden ejercer el ministerio en igualdad con los hombres...?
Respuesta:
Sin duda uno de los castigos impuestos por Yahweh sobre la mujer fue el agravamiento de su condición de sumisión. Pero en la Escritura es evidente que la subordinación femenina tiene su origen desde antes de la caída, aún en el mismo momento de su creación. Es por eso que el hombre no fue hecho de la mujer, sino la mujer fue hecha del hombre. El hombre no fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del hombre (1 Corintios 11:8,9).
Queridos amigos, en cuanto a la abarcadora y completa obra restauradora del Mashiaj, recordemos que no todos sus efectos son totalmente y exhaustivamente aplicados por Yahweh aquí y ahora. Por ejemplo, aunque Mashiaj ciertamente ya ha vencido al pecado y a la muerte, aún pecamos y morimos. Otros efectos de la maldición impuestos por Yahweh después de la caída del ser humano, aún continúan en vigencia, tales como la muerte, el sufrimiento en el trabajo, y el parto multiplicado y doloroso de las mujeres. Además, ya que los diferentes roles del hombre y de la mujer habían sido determinados en la creación, desde antes de su caída, se sigue que continúan siendo válidos en la actualidad.
Lo que enseña y hace la genuina Asambea es tomar como ejemplo esta relación de sumisión---que está aun vigente en la relación entre el hombre y la mujer---para que la misma sea implantada en amor y edificación mutuo, y refleje la perfecta relación que existe entre el Mashiaj y Su "Mujer" la Asamblea.
Pregunta #3
Hay abundantes pruebas en la Escritura de que las mujeres desempeñaron papeles cruciales, ocupando funciones destacadas y siendo instrumentos de bendición para el pueblo de Yahweh. ¿No es esto prueba de que ellas hoy pueden ser ordenadas y ejercer liderazgo?
Respuesta:
Estas pruebas demuestran la tremenda importancia del ministerio femenino, mas nó la existencia de un supuesto ministerio femenino ordenado. Amados, en la Torah ninguna mujer fue apóstol, pastora, presbítera o evangelista. Nuestro Amo y Salvador Yahushua no reclutó a ninguna mujer para ser apóstola. Antes bien, los requisitos para ser pastor---mencionados en 1 Timoteo 3 y en Tito 1---dejan muy claro que el pastoreo era una función ejercida exclusivamente por los varones. Y sus respectivas esposas---en el caso de los pastores que sean casados---los pueden acompañar y asistir. Pero el hecho de que en la temprana asamblea del 1er siglo muchas mujeres fueran extremadamente activas y celosas, y ejercieran muchas y diferentes actividades y servicios a favor de los hermanos y pastores, no trae como corolario que ellas hayan sido, o tengan que ser, ordenadas para tales servicios.
Pregunta #4
Hay evidencia en la Torah de que Hulda, Débora, Priscila y Febe eran líderes y ejercían autoridad. ¿No es esto prueba bíblica suficiente para la ordenación de mujeres...?
Respuesta:
Amados, hay algunos puntos a tenerse muy presente en cuanto al ministerio de estas mujeres. El hecho de que la Torah describa cómo Yahweh usó a determinadas personas en épocas específicas para propósitos especiales, no hace de ello una ordenanza o un mandamiento. Recordemos la importantísima distinción entre lodescriptivo y lo normativo en la Escritura. Sin duda alguna, Yahweh usó al falso profeta Balaam (Número 22:35) y hasta a una burra para transmitir Su Palabra en determinado momento histórico (Números 22:28; 2 Pedro 2:16), pero estas raras excepciones no nos autorizan a implantar en la asamblea esas cosas como sana doctrina. El desobediente rey Saúl también profetizó en varias ocasiones (1 Sam. 10:10; 19:23), al igual que los mensajeros enviados a Samuel (1 Sam. 19:20,21).
¡La descripción de estos casos para nada establece una norma a ser seguida por las asambleas en la ordenación de sus oficiales! El hecho de que Yahweh transmitió Su mensaje a través de una mujer o de una burra, o de un hereje, no hace de ninguno de ellos un oficial en la asamblea. Hay otros requisitos en los Libros del Pacto Renovado para los puestos oficiales conforme a lo que leemos en las especificaciones explícitas de 1 Timoteo 3 y Tito 1.
Amados, otro punto mportante es que los profetas del antiguo Israel no recibían un oficio mediante la unción e imposición de manos para ejercer con autoridad un puesto oficial y reconocido por todos los del pueblo santo. Los reyes y sacerdotes, por el contrario, eran ‘ordenados’ para aquellas funciones, y las ejercían con autoridad y con el reconocimiento del pueblo. Por eso no en la Torah no existe tal cosa como "sacerdotizas ‘ordenadas’" en Israel, por lo menos en las épocas cuando prevalecía la adoración verdadera.
Tomemos los ejemplos mas mal-utilizados y veamos las cosas a la luz de la Torah y a través de los ojos de Yahweh: Hulda fue una profetisa en Israel, recibiendo consultas en su casa (2 Reyes 22:13-15). Lo mismo puede ser dicho de Déborah, quien fue juez en Israel en una época en que no había rey en Israel, y en todo ese tiempo tampoco funcionaba el sacerdocio levítico –-- y por eso la Palabra es clara y contundente diciendo varias veces que "en aquellos tiempos, como no había rey, todos hacían lo que bien les parecía a sus propios ojos."
Queridos corderos, el ministerio de Déborah no fue otra cosa que una vergonzosa denuncia de lo débil y de la falta de valor de los hombres de su época (Jueces 4:4-9; compare con Isaias 3:12). Sobre Priscila, su liderazgo parece evidente, sin embargo, es bastante menos evidente que ella fuera pastora o presbítera. En cuanto a Febe, veamos la pregunta sobre ella más adelante en este mensaje.
Pregunta #5
¿No podemos afirmar que el patriarcado, conforme a lo que encontramos en la Escritura, especialmente el Tanakj (mal llamado "Antiguo Testamento"), es una institución nociva y perversa, que denigra y humilla a la mujer...?
Respuesta:
El patriarcado, tal como lo encontramos en la Sagrada Escritura, y especialmente en los libros del Tanakj o "Antiguo Testamento," no es simplemente una afirmación de la masculinidad como algunos quieren hacer ver, ¡no es jamás sinónimo de dominio del macho o de un sistema de valores en el cual el hombre trata a la mujer con desprecio, desvalorándola y super-valorándose a sí mismo!
El patriarcado es el sistema en el cual los padres cuidan de sus familias. Por tanto, la imagen del padre en el Antiguo Pacto no es primeramente de aquél que ejerce autoridad y poder, sino de aquel que ejerce amor adoptivo, mediante lazos pactales de bondad, de servicio y de compasión. Solamente en las Escrituras hebreas podemos encontrar a un Elojim Padre Todopoderoso y Todo-amoroso y Todo-bondadoso. Los patriarcas reflejan la paternidad de Yahweh, aunque muy pobremente en algunos casos.
El Elojim de los hebreos Yahweh, no es como los elojim (baales) irresponsables masculinos de las culturas paganas alrededor de Israel, porque Él jamás abandona a Sus hijos que engendra, al contrario, El los cuida. Los patriarcas siguen el ejemplo de Yahweh.
En aquella cultura se le enseñaba al varón israelita que él no era simplemente algo parecido a un animal agresivo, asertivo y violento, sino que era un padre, y cuya agresividad debía ser transformada por la imperiosa responsabilidad de ejercer correctamente su rol. El varón como padre habría que manifestar la gentileza, y el cuidado de los hijos era la expresión completa de su masculinidad, teniendo muy presente que debería unirse con el ser femenino y el mundo femenino de la familia, al mismo tiempo que mantenía una separación necesaria para ejercer la autoridad que Yahweh demandaba de El.
Estos jefes patriarcales no eran machistas, queridos hermanos. Ejercer autoridad no es sinónimo de ser "machista"---como algunas mujeres reclaman de los hombres para luego ser ellas quienes ejerzan la autoridad; ¡porque entonces en ese caso tales mujeres ejerciendo autoridad también serían "machistas"!
El machismo es una versión totalmente distorcionada de algunos aspectos del patriarcado, y oprime a las mujeres. Debemos luchar contra el machismo, pero no dejar de reconocer la verdad sobre el patriarcado, ni sobre el correcto rol de la mujer en la asamblea y en el hogar. La sumisión de la mujer a su marido no significa que ella debe servirle como si ella fuere alguien inferior. Además, ¿acaso fueron creadas las mujeres solo para servir a los hombres? Por supuesto que no, ¡ni tampoco los hombres!
Pregunta #6
¿No era Febe una diaconisa, conforme a lo escrito en Romanos 16:1,2? ¿No prueba esto que las mujeres pueden ejercer autoridad eclesiástica en la Asamblea?
Respuesta:
Tenemos que considerar los siguientes aspectos. A pesar de que el griego original usa el término ‘diákonos’ para referirse a esta mujer, recordemos que este término en el "Nuevo Testamento" no significa el "oficio" de diácono. Diácono debe de ser traducido como siervo, facilitador, etc. Por tanto, la traducción de ese pasaje:«Les recomiendo nuestra hermana Febe, que está sirviendo la Asamblea de Cencrea» es perfectamente posible y no es una traducción prejuzgada.
Asi que tenemos que aunque existieran diaconisas en la asamblea apostólica, es igualmente cierto que ellas no ejercían ninguna autoridad sobre las asambleas y mucho menos sobre los hombres –- el liderazgo residía exclusivamente con los presbíteros (1 Timoteo 5:17), y el trabajo de las diaconisas era algo totalmente voluntario y servil, y probablemente era compartido con otras mujeres celosas e igualmente servidoras (Tito 2:3-4) en todo lo relacionado con a la caridad y asistencia a los pobres, viudas y necesitados, con la atención a los hermanos y a los visitantes, con la preparación de alimentos y con muchos otros menesteres relacionados a la hospitalidad y sevicio en amor. Ese era y es su rol en la genuina asamblea, queridos hermanos. Vemos que ellas antiguamente instruían a las otras hermanas que se iban a bautizar, ayudaban en los entierros, cuidaban de los pobres, viudas y enfermos. Daba igual que estas siervas fuesen casadas, viudas o solteras. Todas ellas igualmente servían a su prójimo. En la asamblea no hay ningún indicador de que tales mujeres fueran ordenadas para el ejercicio de alguna autoridad eclesiástica.
Pregunta #7
¿Qué se debe hacer cuando las mujeres poseen visión pastoral, liderazgo, habilidad para la enseñanza o capacidad administrativa, o dones para el evangelismo?
Respuesta:
La mujeres deben ejercer estas habilidades (talentos) y dones dentro del orden y de las posibilidades existentes en las asambleas. Ellas no tienen que ser ordenadas para desarrollar sus ministerios y manifestar sus talentos y dones en servicio a los demás.
Pregunta #8
¿No es acaso la resistencia a la ordenación de la mujer, otra reafirmación mas del concepto antiguo de la inferioridad de la mujer, hecha por teólogos y líderes importantes en la asamblea?
Respuesta:
La asamblea debe andar por la enseñanza de las Escrituras Sagradas. Si teólogos y líderes antiguos defendieron ideas erradas sobre la inferioridad de la mujer y contaminaron la fe de muchos, le toca a la asamblea corregirlas a la luz de las Escrituras, que muestran que Yahweh creó al hombre y a la mujer iguales. Así que, corregir los errores de los antiguos en el presente, no significa ordenar a mujeres a ejercer puestos y autoridades no-conferidos a ellas por Yahweh, pues de esa forma estaríamos cometiendo otro error. Ciertamente las mujeres no son in-indispensables en la asamblea; y no son, ni nunca fueron, inferiores a los hombres. Pero hay un gran abismo entre reconocer la igualdad de ambos, y abolir los roles distintos que Yahweh determinó en la creación para cada uno.
Pregunta #9
¿Existe algún texto en la Escritura que diga claramente: «Está prohibido que las mujeres sean ordenadas al ministerio?»
Respuesta:
Ninguno de los pasajes usados en contra de la ordenación femenina dice explícitamente que las mujeres no pueden ser ordenadas al ministerio. Pero todos ellos imponen restricciones al ministerio femenino, y exigen que las mujeres creyentes estén sumisas a sus maridos y al liderazgo masculino de la Kejilah.
Amados, estas restricciones tienen que ver principalmente con la enseñanza de parte de las mujeres en la asamblea. Ya que el gobierno de las asambleas y la enseñanza pública oficial en las mismas son funciones de los presbíteros y de los pastores (ver 1 Tim. 3:2,4-5; 5:7; Tito 1:9), se infiere que tales funciones no forman parte del llamamiento celestial de las mujeres. Pero aún más, si se quiere usar el argumento del silencio doctrinal, este gira en contra de la ordenación femenina también, pues no hay texto alguno que diga que las mujeres pueden o deben ser ordenadas al ministerio de la Palabra y al gobierno eclesiástico. Las Escrituras atribuyen en primer lugar, al hombre creyente el ejercicio de la autoridad eclesiástica y de la familia, y en segundo lugar (bajo sus maridos o pastores) a la mujer---sin que ésta jamás sobrepase al varón en estos mensesteres.
Pregunta #10
Si las mujeres reciben los mismos dones espirituales que los hombres, no es una prueba de que Yahweh desea que ellas sean ordenadas al ministerio?
Respuesta:
No. Las condiciones para ejercer los puestos oficiales en la Iglesia apostólica están prescritas en 1 Timoteo y Tito 1. Debemos notar que el don de enseñanza es sólo uno de los requisitos. Hay otros, como por ejemplo, saber gobernar a su propia casa y ser marido de una sola mujer, que no pueden ser cumplidos por mujeres cristianas – por más dones que tengan.
Pregunta #11
¿Se aplica hoy la enseñanza de Pablo sobre las mujeres en la asamblea? ¿Estaba el apóstol Pablo bajo la influencia de la cultura de aquella época, que era muy diferente de la nuestra?
Respuesta:
Es necesario hacer una distinción entre el principio teológico supra cultural y la expresión cultural de este principio. Hay cosas en la enseñanza de Pablo que son claramente culturales, como las instrucciones para el uso del velo en 1 Corintios 11. Sin embargo, mientras que el uso del velo es claramente una costumbre cultural en todo el medio oriente, el mandato explicado a los corintios al mismo tiempo expresa un principio que no está condicionado por ninguna cultura en particular, y este principio es la diferencia funcional entre el hombre y la mujer: ¡La mujer debe de cubrirse alorar o profetizar, pero el hombre no debe! Las mujeres israelitas o judías no incumplían con esto, debido al hecho de que ellas estaban tapadas el dia entero con el velo, hicieran lo que hicieran.
Por eso Pablo infiere que en las asambleas---y las orignales eran las de los judíos en Jerusalém---este tema es algo que no se discute. ¡No hacía falta decirle a las judías que se taparan la cabeza!
Pero a las otras mujeres que no eran gentiles y que no tenían la costumbre de usar el velo, ¢había que decírselo! De manera que el problema que Pablo encontró en muchos de sus viajes era que las mujeres corintias o griegas casi nunca usaban un velo para nada de lo que hacían, y ahora tendrían que incorporar un velo a su vestimenta, pero nó como prenda del diario vestir... sino como una pieza incidental a ser usada solo en momentos específicos. Amados, esto era todo lo que bastaba que ellas hicieran para cumplir el mandato. ¡No tenían que ir tan lejos como cambiar su costumbre de no usar velo para sus activudades cotidianas!
Lo que Pablo está defendiendo en aquel pasaje es la vigencia de esta diferencia en el culto público --el velo es simplemente la forma por medio de la cual esto ocurriría normalmente en las ciudades griegas del siglo 1.
Se debe notar que Pablo defiende la participación diferenciada de la mujer en la asamblea usando argumentos permanentes, que trascienden la cultura, tiempo y sociedad, como la distribución o las funciones de las personas de la ejad (1 Cor. 11:3), y el modo por el cual Yahweh creó al hombre (1 Cor. 11:8,9).
Pregunta #12
Pablo escribía sus cartas para atender problemas locales y específicos. ¿Cómo podemos aplicar hoy lo que Pablo escribió si las situaciones y contextos son diferentes?
Respuesta:
Casi todos los libros del Pacto Renovado (el mal llamado "Nuevo Testamento") fueron escritos en respuesta a alguna situación específica en una o más de las comunidades del siglo 1. Pero esos mismos problemas y situaciones existen hasta el día de hoy. Por ejemplo, la mayoría de las mujeres occidentales en la actualidad
siguen sin usar velos en su diario vestir al igual que las antiguas corintias, ¡y por eso permanece la misma necesidad de decirles lo mismo que Pablo le dijo a las antiguas corintias para que usaran un velo aunque solo fuera al momento de orar o profetizar!
Pero los que defienden la ordenación femenina no dirían por esto que nada del "Nuevo Testamento" se aplica a las asambleas de hoy. La carta a los Gálatas, por ejemplo, en que Pablo defiende la doctrina de la justificación por la fe sola, fue escrita para combatir el legalismo de los judaizantes que procuraban desviar las asambleas gentiles de Galacia a mediados del siglo 1. ¿Nos atreveríamos a decir que la enseñanza de Pablo sobre la justificación por la fe no tiene relevancia alguna hoy solo
por ésta haber sido enseñada originalmente en reacción a una herejía que por vez primera afligió a las asambleas en el siglo 1?
Amados, el punto es que existen principios y verdades permanentes que originalmente fueron transmitidos para atender las cuestiones locales, culturales y pasajeras. Pasan aquellas originales circunstancias históricas que dieron pie a las reacciones correctivas de Pablo y otros apóstoles, mas el principio teológico permanece como sana doctrina.
No fue otra cosa sino una conducta totalmente inadecuada de las mujeres en las asambleas de Corinto y Efeso, a quienes Pablo escribió indicando que se quedaran calladas cuando estuvieran en
la asamblea. A las mujeres israelitas o judías hubiera sido absolutamente innecesario decirles esto, queridos amigos, porque ellas no se conducían desordenadamente ni dentro ni fuera de la asamblea. Pero las mujeres cortintias y efesias eran mujeres gentiles, de otra cultura y costumbres muy diferentes a las hebreas. ¡Su costumbre era hablar, incluso imponiéndose sobre los varones y sobre los maestros!---y esto no se les podía permitir.
Aquel tiempo cuando Pablo escribió a las mujeres de Corinto que se quedaran calladas, ciertamente fue un momento histórico definido, pero los principios aplicados por Pablo para resolver los problemas provocados por estas mismas actitudes permanecen válidos y siguen siendo la útil norma a seguir cuando las mujeres de cualquier cultura hoy quieran hablar desordenadamente dentro de la asamblea al estilo de aquellas corintias.
O sea, la enseñanza que las mujeres deben estar sumisas al liderazgo masculino en las iglesias y en las familias, sin ocupar posiciones de liderazgo y gobierno, es el principio permanente y válido para todas las épocas y culturas.
Pregunta #13
¿Dónde se encuentra en la Torah que solamente los hombres pueden ser pastores, presbíteros y evangelistas?
Respuesta:
Los textos más explícitos son Hechos 6:1-7; 1 Timoteo 2:11-15; 1 Corintios 14:34-36 y 1 Corintios 11:2-16. Algunos de estos pasajes fueron analizados con más profundidad en los capítulos anteriores. Además, la relación intrínseca entre la familia y la asamblea
muestra que aquél que es cabeza en la familia (Efesios 5:21-33) también debe ejercer el liderazgo en la asamblea.
Pregunta #14
¿Dónde se encuentra en la Torah que el hombre debe ser cabeza de la familia?
Respuesta:
Hay diversos pasajes en el Pacto Renovado que tratan los roles del hombre y la mujer en la familia: Efesios 5:21-33; Colosenses 3:18-19; 1 Pedro 3:1-7; Tito 2:5. En todos estos, el liderazgo de la familia es atribuido al hombre.
Pregunta #15
¿No son los argumentos usados hoy para defender la sumisión de la mujer los mismos usados en el siglo pasado por muchos creyentes para defender la esclavitud?
Respuesta:
El hecho de que en el pasado la Torah fuera utilizada en forma equivocada para defender la esclavitud no significa que la defensa de la subordinación femenina sea igualmente hecha de forma equivocada. No debemos pensar que la relación entre el hombre y la mujer en la familia y la Kejilah esté al mismo nivel de importancia que la esclavitud. Primero, los papeles distintos del hombre y de la mujer están enraizados en la misma creación, mas la esclavitud no lo está.
Segundo, el hecho de que Pablo hace recomendaciones a los esclavos creyentes para que sean buenos esclavos no significa que él aprobara de la esclavitud. En verdad, las recomendaciones que él da a los creyentes que eran dueños de esclavos ya traían incluidas la idea de la disolución de la esclavitud (Filemón 16; Ef. 6:9; Col. 4:1; 1 Tim. 6:1,2). Nada de esto era invento de Pablo, queridos amigos, en la Torah se hablaba de amos y de sus esclavos, pero se les daban derechos y protecciones a los esclavos. Cuando Pablo hablaba, lo hacía con estas referencias en mente.
Pregunta #16
Había una mujer llamada Junias que Pablo considera como apóstola en Romanos 16:7. Si había apóstolas, ¿por qué no pastoras, presbíteras y diaconisas?
Respuesta:
El pasaje dice los siguiente: «Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Mashiaj" (Rom. 16:7). Con lo dicho ahí, no es tan simple deducir que Junias era una apóstola. Existen varias cuestiones relacionadas con la interpretación de este texto. ¿Es ‘Junias’ un nombre masculino o femenino? Hay mucha disputa sobre esto, pero la evidencia apunta hacia un nombre masculino.
Otra cosa, la expresión «estimados entre los apóstoles» – ¿significa que Junias era uno de los apóstoles, ya antes de Pablo y un apóstol estimado, o significa que los apóstoles antes de Pablo tenían a Junias en alta estima? La última posibilidad es la más probable.
En última instancia, sólo podemos afirmar con certeza, a partir de Romanos 16:7, que quién quiera que haya sido Junias, era una persona tenida en alta estima por Pablo y por los demás apóstoles,
y que ayudó a Pablo en su ministerio. No se puede afirmar con ninguna seguridad que Junias era una mujer, ni mucho menos se puede desprender del texto que Junias era una ‘apóstola’, y mucho menos una como los doce o como Pablo. El pasaje no sirve como evidencia bíblica para la ordenación femenina en el período apostólico. Y esta conclusión está en armonía con el hecho de que Nuestro Amo Yahushua---a quien Pablo servía---NO escogió a mujeres para ser apóstoles. No hay ninguna referencia clara a una ‘apóstola’ en todo el Nuevo Testamento.
Pregunta #17
El Nuevo Testamento dice que en Mashiaj ya no hay hombre ni mujer, todos son iguales delante de Yahweh (Gálatas 3:28). Si prohibimos a las mujeres ser oficiales en la iglesia, ¿no es esto hacer distinciones basadas en el género?
Respuesta:
No se puede negar que el evangelio es poder de Yahweh para abolir las injusticias, el prejuicio, la opresión, el racismo, la discriminación, al igual que la explotación machista. Y no se puede negar que Mashiaj vino para rescatarnos de la maldición impuesta por el pecado. La pregunta es si Pablo está hablando de la abolición de la subordinación femenina y de la igualdad de funciones en este pasaje. ¿Está diciendo el apóstol que las mujeres pueden ejercer los mismos cargos y funciones que los hombres en la asamblea, ya que todos son aceptados por Yahweh a través de Mashiaj por la fe?
Por supuesto, debemos entender que la respuesta es ‘no’. Gálatas 3:28 no está enseñando la igualdad para el ejercicio de funciones, sino la unidad de todos los creyentes en Mashiaj.
Pregunta #18
¿El concepto de la sumisión femenina enseñado en la Torah, no nos llevaría inevitablemente a la idea de que el hombre es superior a la mujer?
Respuesta:
Infelizmente, muchos han llegado a esa conclusión, sin embargo, es una conclusión equivocada. La enseñanza bíblica es que Yahweh
creó al hombre y la mujer iguales, mas con diferentes atribuciones y funciones. La Torah enseña que Yahweh tiene autoridad sobre Mashiaj, Mashiaj tiene autoridad sobre el hombre, y el hombre tiene autoridad sobre la mujer. Es una cadena jerárquica que comienza en la Ejad y continua en la Kejilah y la familia. Podemos inferir (guardando las debidas proporciones) que, de la misma forma como la subordinación de Mashiaj al Padre no lo hace inferior, la subordinación de la mujer al hombre no la hace inferior.
Así como el Padre y el Hijo, que son iguales en poder, honra y gloria, desempeñan papeles diferentes en el Plan de la salvación (el Hijo se somete al Padre), hombre y mujer se complementan en el ejercicio de diferentes funciones, sin que esto implique ninguna inferioridad de la mujer.
En varias ocasiones en el Nuevo Testamento se exige que los creyentes se someten a las autoridades civiles (Rom. 13¡-5; 1 Pedro 2:13-17). Sin embargo, este argumento en ningún momento implica que los creyentes son inferiores o tienen menos valor que los gobernantes. Igualmente, los hijos no son inferiores a sus padres simplemente porque deben someterse a su liderazgo (Efesios 6:1). El concepto de la subordinación de uno a otro tiene que ver solamente con la manera en la cual Yahweh el Padre estructura y ordena la sociedad, la familia y Su Asamblea.
Pregunta #19
En 1 Timoteo 3:11, al describir los requisitos para diáconos, Pablo se refiere a las mujeres: «Las mujeres asimismo, sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo». ¿No prueba este versículo que había diaconisas ordenadas en las iglesias apostólicas?
Respuesta:
No necesariamente. Este pasaje ha sido entendido de diferentes maneras, pero no todas son correctas:
(1) Pablo puede estarse refiriendo exclusivamente a las mujeres de los diáconos. Por esto Pablo emplea para ellas la expresión «es necesario» (1 Tim. 3:11), que son las mismas palabras que él empleó para los presbíteros (3:2) y los diáconos (3:8) al describir sus requisitos. Pero a nosotros no nos parece que el apóstol se refiera a las mujeres de los diáconos de manera exclusiva, sino de manera preponderante.
2) Pablo puede estar refiriéndose a todas las mujeres de la kejilah, sin embargo, ¿no sería bastante extraño que Pablo hubiera colocado instrucciones para todas las mujeres en medio de las instrucciones para los diáconos? Sin duda alguna, sería muy extraño a no ser que Pablo estuviera exortando a todas las féminas creyentes a servir a la asamblea. No habría nada malo en eso, así que no se podría que descartar esta posibilidad.
(3) Pablo puede estar refiriéndose a las asistentes de los diáconos, mujeres piadosas, que prestaban asistencia en obras de misericordia a los necesitados de la asamblea, pero dado el hecho de que la palabra diakonos significa servidor/servidora, entonces estas mujeres serían en efecto "diaconisas" en función! Esta opción también podría ser una acertada.
(4) Pablo se refería mujeres que eran diaconisas conocidas de todos, y por eso las menciona directamente después de los diáconos. Sin embargo, es un poco extraño que Pablo no empleara el término apropiado para describir su función (o sea, llamarlas diaconisas) en ese pasaje, ya que sería lo mas lógico puesto que él viene hablando de presbíteros y diáconos. "Sobrias y fieles en todo," sin embargo, serían cualidades básicas para cualquier mujer diaconisa.
Aunque todas las interpretaciones tienen validez, unas la tienen mas que otras. De entre todas, la opción #3 parece la mejor y más probable: había mujeres piadosas en las iglesias apostólicas, no ordenadas como ‘diaconisas’ de ninguna manera oficial, que ayudaban a los diáconos en las obras de misericordia, trabajando directamente con otras mujeres pobres y necesitadas. Es a éstas que Pablo se refiere. Pero en todos los casos se refiere a mujeres que eran servidoras, no a maestras ni a pastoras.
Conclusión
Amados, en conclusión, no hay respaldo bíblico suficiente para que se ordenen mujeres al ministerio de las iglesias cristianas locales en que van a presidir, gobernar y enseñar doctrina a los hombres.
En realidad, las evidencias bíblicas apuntan en otra dirección. La enseñanza bíblica no puede ser ignorada por los que están promoviendo la ordenación de mujeres en las asambleas, y por eso en la genuina asamblea no se tolera semejante desobediencia.
Abrazo kodesh a nombre de Nuestro Amo Yahushua,
Rafael
Esta vez me dirijo a Ustedes desde Puerto Rico, donde con la ayuda de algunos de Ustedes siervos amorosos y generosos, estamos trabajando en la "Casa en Puerto Rico" para beneficio de todos. (A propósito, si alguno otro de Ustedes quisiera colaborar de alguna manera en este proyecto, que ahora mismo es a nivel físico y espiritual, por favor diríjase a la página http://seguidores-de-yhwh-en-yahshua.weebly.com, para mas mensajes e información; o si desea consultarnos con alguna pregunta o inquietud, por favor dirijanos su email a[email protected]).
Para comenzar este mensaje, iremos directamente al grano dicendo: que lo que van a leer a continuación, a "MUCHOS LLAMADOS" no les va a gustar. Sobretodo a algunas mujeres. No les va a gustar, porque Yahweh a través de este siervo y de este ministerio Suyo no les va a hablar acerca de lo que a los mas rebeldes siervos suyos les gusta mucho oír. No, queridos míos.
Mas bien, les vamos a hablar acerca de una crítica y amorosa exortación y corrección; pero igual que hacía Nuestro Amo Yahushua, solo nos dirigiremos a "los que tengan oídos para oír." En otras palabras, en esta ocasión vamos a hablar de "lo que no gusta," y de lo que molesta e incomoda a algunos y a algunas ovejitas...pero que a la vez, a las humildes, mansas y sabias ovejas, les sirve de estímulo y de superación.
Lo planteamos de esta manera porque a muchos no les agrada escuchar lo que Nuestro Abba Yahweh y Su Hijo Yahushua tienen que decir sobre este tema. Se trata del tan malentendido y polémico tema del rol de la mujer en la Kejilah o Iglesia.
¿Según la Sagrada Escritura, puede la mujer legalmente ser ORDENADA o FUNGIR como "PASTORA" en la Asamblea del Amo Yahushua? ¿Puede la mujer tener la misma autoridad que el hombre, en el hogar y en la asamblea?
Amados, en este mensaje analizaremos los argumentos generalmente utilizados en favor de la ordenación de mujeres para el ejercicio de actividades relativas al pastoreo y liderazgo en las Kejiloht de Yahushua ja Mashiaj.
Pregunta #1
¿No creó Yahweh originalmente al hombre y a la mujer, iguales? ¿Cuál es la base, pues, para impedir que la mujer sea pastora o "apóstol" dentro de la Asamblea?
Respuesta:
De hecho, leemos en Génesis 1 que Yahweh creó al hombre a Su"imagen y semejanza." Luego creó a la mujer del hombre, siendo este imagen y semejanza de Yahweh. Comprendemos claramente en el relato más detallado de Génesis 2, que a cada uno Yahweh les dió roles diferentes, otorgando al varón el papel de liderar y de cuidar de la mujer, y a la mujer el papel de ser su ayuda idónea, en sumisión a él. Amados, esta diferenciación es percibida por el apóstol Pablo en el orden en que fueron creados (primero el hombre y después la mujer, ver 1 Corintios 11:8) y en el propósito para el cual fueron creados (la mujer fue creada por causa del hombre, 1 Corintios 11:9). La igualdad de creación, por tanto, no anula la diferencia de funciones establecidas en la misma creación.
Pregunta #2
¿No es la subordinación femenina parte de la maldición sufrida por la mujer a de la caída? ¿No ha abolido Mashiaj la maldición del pecado? ¿Por qué, entonces, las mujeres no pueden ejercer el ministerio en igualdad con los hombres...?
Respuesta:
Sin duda uno de los castigos impuestos por Yahweh sobre la mujer fue el agravamiento de su condición de sumisión. Pero en la Escritura es evidente que la subordinación femenina tiene su origen desde antes de la caída, aún en el mismo momento de su creación. Es por eso que el hombre no fue hecho de la mujer, sino la mujer fue hecha del hombre. El hombre no fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del hombre (1 Corintios 11:8,9).
Queridos amigos, en cuanto a la abarcadora y completa obra restauradora del Mashiaj, recordemos que no todos sus efectos son totalmente y exhaustivamente aplicados por Yahweh aquí y ahora. Por ejemplo, aunque Mashiaj ciertamente ya ha vencido al pecado y a la muerte, aún pecamos y morimos. Otros efectos de la maldición impuestos por Yahweh después de la caída del ser humano, aún continúan en vigencia, tales como la muerte, el sufrimiento en el trabajo, y el parto multiplicado y doloroso de las mujeres. Además, ya que los diferentes roles del hombre y de la mujer habían sido determinados en la creación, desde antes de su caída, se sigue que continúan siendo válidos en la actualidad.
Lo que enseña y hace la genuina Asambea es tomar como ejemplo esta relación de sumisión---que está aun vigente en la relación entre el hombre y la mujer---para que la misma sea implantada en amor y edificación mutuo, y refleje la perfecta relación que existe entre el Mashiaj y Su "Mujer" la Asamblea.
Pregunta #3
Hay abundantes pruebas en la Escritura de que las mujeres desempeñaron papeles cruciales, ocupando funciones destacadas y siendo instrumentos de bendición para el pueblo de Yahweh. ¿No es esto prueba de que ellas hoy pueden ser ordenadas y ejercer liderazgo?
Respuesta:
Estas pruebas demuestran la tremenda importancia del ministerio femenino, mas nó la existencia de un supuesto ministerio femenino ordenado. Amados, en la Torah ninguna mujer fue apóstol, pastora, presbítera o evangelista. Nuestro Amo y Salvador Yahushua no reclutó a ninguna mujer para ser apóstola. Antes bien, los requisitos para ser pastor---mencionados en 1 Timoteo 3 y en Tito 1---dejan muy claro que el pastoreo era una función ejercida exclusivamente por los varones. Y sus respectivas esposas---en el caso de los pastores que sean casados---los pueden acompañar y asistir. Pero el hecho de que en la temprana asamblea del 1er siglo muchas mujeres fueran extremadamente activas y celosas, y ejercieran muchas y diferentes actividades y servicios a favor de los hermanos y pastores, no trae como corolario que ellas hayan sido, o tengan que ser, ordenadas para tales servicios.
Pregunta #4
Hay evidencia en la Torah de que Hulda, Débora, Priscila y Febe eran líderes y ejercían autoridad. ¿No es esto prueba bíblica suficiente para la ordenación de mujeres...?
Respuesta:
Amados, hay algunos puntos a tenerse muy presente en cuanto al ministerio de estas mujeres. El hecho de que la Torah describa cómo Yahweh usó a determinadas personas en épocas específicas para propósitos especiales, no hace de ello una ordenanza o un mandamiento. Recordemos la importantísima distinción entre lodescriptivo y lo normativo en la Escritura. Sin duda alguna, Yahweh usó al falso profeta Balaam (Número 22:35) y hasta a una burra para transmitir Su Palabra en determinado momento histórico (Números 22:28; 2 Pedro 2:16), pero estas raras excepciones no nos autorizan a implantar en la asamblea esas cosas como sana doctrina. El desobediente rey Saúl también profetizó en varias ocasiones (1 Sam. 10:10; 19:23), al igual que los mensajeros enviados a Samuel (1 Sam. 19:20,21).
¡La descripción de estos casos para nada establece una norma a ser seguida por las asambleas en la ordenación de sus oficiales! El hecho de que Yahweh transmitió Su mensaje a través de una mujer o de una burra, o de un hereje, no hace de ninguno de ellos un oficial en la asamblea. Hay otros requisitos en los Libros del Pacto Renovado para los puestos oficiales conforme a lo que leemos en las especificaciones explícitas de 1 Timoteo 3 y Tito 1.
Amados, otro punto mportante es que los profetas del antiguo Israel no recibían un oficio mediante la unción e imposición de manos para ejercer con autoridad un puesto oficial y reconocido por todos los del pueblo santo. Los reyes y sacerdotes, por el contrario, eran ‘ordenados’ para aquellas funciones, y las ejercían con autoridad y con el reconocimiento del pueblo. Por eso no en la Torah no existe tal cosa como "sacerdotizas ‘ordenadas’" en Israel, por lo menos en las épocas cuando prevalecía la adoración verdadera.
Tomemos los ejemplos mas mal-utilizados y veamos las cosas a la luz de la Torah y a través de los ojos de Yahweh: Hulda fue una profetisa en Israel, recibiendo consultas en su casa (2 Reyes 22:13-15). Lo mismo puede ser dicho de Déborah, quien fue juez en Israel en una época en que no había rey en Israel, y en todo ese tiempo tampoco funcionaba el sacerdocio levítico –-- y por eso la Palabra es clara y contundente diciendo varias veces que "en aquellos tiempos, como no había rey, todos hacían lo que bien les parecía a sus propios ojos."
Queridos corderos, el ministerio de Déborah no fue otra cosa que una vergonzosa denuncia de lo débil y de la falta de valor de los hombres de su época (Jueces 4:4-9; compare con Isaias 3:12). Sobre Priscila, su liderazgo parece evidente, sin embargo, es bastante menos evidente que ella fuera pastora o presbítera. En cuanto a Febe, veamos la pregunta sobre ella más adelante en este mensaje.
Pregunta #5
¿No podemos afirmar que el patriarcado, conforme a lo que encontramos en la Escritura, especialmente el Tanakj (mal llamado "Antiguo Testamento"), es una institución nociva y perversa, que denigra y humilla a la mujer...?
Respuesta:
El patriarcado, tal como lo encontramos en la Sagrada Escritura, y especialmente en los libros del Tanakj o "Antiguo Testamento," no es simplemente una afirmación de la masculinidad como algunos quieren hacer ver, ¡no es jamás sinónimo de dominio del macho o de un sistema de valores en el cual el hombre trata a la mujer con desprecio, desvalorándola y super-valorándose a sí mismo!
El patriarcado es el sistema en el cual los padres cuidan de sus familias. Por tanto, la imagen del padre en el Antiguo Pacto no es primeramente de aquél que ejerce autoridad y poder, sino de aquel que ejerce amor adoptivo, mediante lazos pactales de bondad, de servicio y de compasión. Solamente en las Escrituras hebreas podemos encontrar a un Elojim Padre Todopoderoso y Todo-amoroso y Todo-bondadoso. Los patriarcas reflejan la paternidad de Yahweh, aunque muy pobremente en algunos casos.
El Elojim de los hebreos Yahweh, no es como los elojim (baales) irresponsables masculinos de las culturas paganas alrededor de Israel, porque Él jamás abandona a Sus hijos que engendra, al contrario, El los cuida. Los patriarcas siguen el ejemplo de Yahweh.
En aquella cultura se le enseñaba al varón israelita que él no era simplemente algo parecido a un animal agresivo, asertivo y violento, sino que era un padre, y cuya agresividad debía ser transformada por la imperiosa responsabilidad de ejercer correctamente su rol. El varón como padre habría que manifestar la gentileza, y el cuidado de los hijos era la expresión completa de su masculinidad, teniendo muy presente que debería unirse con el ser femenino y el mundo femenino de la familia, al mismo tiempo que mantenía una separación necesaria para ejercer la autoridad que Yahweh demandaba de El.
Estos jefes patriarcales no eran machistas, queridos hermanos. Ejercer autoridad no es sinónimo de ser "machista"---como algunas mujeres reclaman de los hombres para luego ser ellas quienes ejerzan la autoridad; ¡porque entonces en ese caso tales mujeres ejerciendo autoridad también serían "machistas"!
El machismo es una versión totalmente distorcionada de algunos aspectos del patriarcado, y oprime a las mujeres. Debemos luchar contra el machismo, pero no dejar de reconocer la verdad sobre el patriarcado, ni sobre el correcto rol de la mujer en la asamblea y en el hogar. La sumisión de la mujer a su marido no significa que ella debe servirle como si ella fuere alguien inferior. Además, ¿acaso fueron creadas las mujeres solo para servir a los hombres? Por supuesto que no, ¡ni tampoco los hombres!
Pregunta #6
¿No era Febe una diaconisa, conforme a lo escrito en Romanos 16:1,2? ¿No prueba esto que las mujeres pueden ejercer autoridad eclesiástica en la Asamblea?
Respuesta:
Tenemos que considerar los siguientes aspectos. A pesar de que el griego original usa el término ‘diákonos’ para referirse a esta mujer, recordemos que este término en el "Nuevo Testamento" no significa el "oficio" de diácono. Diácono debe de ser traducido como siervo, facilitador, etc. Por tanto, la traducción de ese pasaje:«Les recomiendo nuestra hermana Febe, que está sirviendo la Asamblea de Cencrea» es perfectamente posible y no es una traducción prejuzgada.
Asi que tenemos que aunque existieran diaconisas en la asamblea apostólica, es igualmente cierto que ellas no ejercían ninguna autoridad sobre las asambleas y mucho menos sobre los hombres –- el liderazgo residía exclusivamente con los presbíteros (1 Timoteo 5:17), y el trabajo de las diaconisas era algo totalmente voluntario y servil, y probablemente era compartido con otras mujeres celosas e igualmente servidoras (Tito 2:3-4) en todo lo relacionado con a la caridad y asistencia a los pobres, viudas y necesitados, con la atención a los hermanos y a los visitantes, con la preparación de alimentos y con muchos otros menesteres relacionados a la hospitalidad y sevicio en amor. Ese era y es su rol en la genuina asamblea, queridos hermanos. Vemos que ellas antiguamente instruían a las otras hermanas que se iban a bautizar, ayudaban en los entierros, cuidaban de los pobres, viudas y enfermos. Daba igual que estas siervas fuesen casadas, viudas o solteras. Todas ellas igualmente servían a su prójimo. En la asamblea no hay ningún indicador de que tales mujeres fueran ordenadas para el ejercicio de alguna autoridad eclesiástica.
Pregunta #7
¿Qué se debe hacer cuando las mujeres poseen visión pastoral, liderazgo, habilidad para la enseñanza o capacidad administrativa, o dones para el evangelismo?
Respuesta:
La mujeres deben ejercer estas habilidades (talentos) y dones dentro del orden y de las posibilidades existentes en las asambleas. Ellas no tienen que ser ordenadas para desarrollar sus ministerios y manifestar sus talentos y dones en servicio a los demás.
Pregunta #8
¿No es acaso la resistencia a la ordenación de la mujer, otra reafirmación mas del concepto antiguo de la inferioridad de la mujer, hecha por teólogos y líderes importantes en la asamblea?
Respuesta:
La asamblea debe andar por la enseñanza de las Escrituras Sagradas. Si teólogos y líderes antiguos defendieron ideas erradas sobre la inferioridad de la mujer y contaminaron la fe de muchos, le toca a la asamblea corregirlas a la luz de las Escrituras, que muestran que Yahweh creó al hombre y a la mujer iguales. Así que, corregir los errores de los antiguos en el presente, no significa ordenar a mujeres a ejercer puestos y autoridades no-conferidos a ellas por Yahweh, pues de esa forma estaríamos cometiendo otro error. Ciertamente las mujeres no son in-indispensables en la asamblea; y no son, ni nunca fueron, inferiores a los hombres. Pero hay un gran abismo entre reconocer la igualdad de ambos, y abolir los roles distintos que Yahweh determinó en la creación para cada uno.
Pregunta #9
¿Existe algún texto en la Escritura que diga claramente: «Está prohibido que las mujeres sean ordenadas al ministerio?»
Respuesta:
Ninguno de los pasajes usados en contra de la ordenación femenina dice explícitamente que las mujeres no pueden ser ordenadas al ministerio. Pero todos ellos imponen restricciones al ministerio femenino, y exigen que las mujeres creyentes estén sumisas a sus maridos y al liderazgo masculino de la Kejilah.
Amados, estas restricciones tienen que ver principalmente con la enseñanza de parte de las mujeres en la asamblea. Ya que el gobierno de las asambleas y la enseñanza pública oficial en las mismas son funciones de los presbíteros y de los pastores (ver 1 Tim. 3:2,4-5; 5:7; Tito 1:9), se infiere que tales funciones no forman parte del llamamiento celestial de las mujeres. Pero aún más, si se quiere usar el argumento del silencio doctrinal, este gira en contra de la ordenación femenina también, pues no hay texto alguno que diga que las mujeres pueden o deben ser ordenadas al ministerio de la Palabra y al gobierno eclesiástico. Las Escrituras atribuyen en primer lugar, al hombre creyente el ejercicio de la autoridad eclesiástica y de la familia, y en segundo lugar (bajo sus maridos o pastores) a la mujer---sin que ésta jamás sobrepase al varón en estos mensesteres.
Pregunta #10
Si las mujeres reciben los mismos dones espirituales que los hombres, no es una prueba de que Yahweh desea que ellas sean ordenadas al ministerio?
Respuesta:
No. Las condiciones para ejercer los puestos oficiales en la Iglesia apostólica están prescritas en 1 Timoteo y Tito 1. Debemos notar que el don de enseñanza es sólo uno de los requisitos. Hay otros, como por ejemplo, saber gobernar a su propia casa y ser marido de una sola mujer, que no pueden ser cumplidos por mujeres cristianas – por más dones que tengan.
Pregunta #11
¿Se aplica hoy la enseñanza de Pablo sobre las mujeres en la asamblea? ¿Estaba el apóstol Pablo bajo la influencia de la cultura de aquella época, que era muy diferente de la nuestra?
Respuesta:
Es necesario hacer una distinción entre el principio teológico supra cultural y la expresión cultural de este principio. Hay cosas en la enseñanza de Pablo que son claramente culturales, como las instrucciones para el uso del velo en 1 Corintios 11. Sin embargo, mientras que el uso del velo es claramente una costumbre cultural en todo el medio oriente, el mandato explicado a los corintios al mismo tiempo expresa un principio que no está condicionado por ninguna cultura en particular, y este principio es la diferencia funcional entre el hombre y la mujer: ¡La mujer debe de cubrirse alorar o profetizar, pero el hombre no debe! Las mujeres israelitas o judías no incumplían con esto, debido al hecho de que ellas estaban tapadas el dia entero con el velo, hicieran lo que hicieran.
Por eso Pablo infiere que en las asambleas---y las orignales eran las de los judíos en Jerusalém---este tema es algo que no se discute. ¡No hacía falta decirle a las judías que se taparan la cabeza!
Pero a las otras mujeres que no eran gentiles y que no tenían la costumbre de usar el velo, ¢había que decírselo! De manera que el problema que Pablo encontró en muchos de sus viajes era que las mujeres corintias o griegas casi nunca usaban un velo para nada de lo que hacían, y ahora tendrían que incorporar un velo a su vestimenta, pero nó como prenda del diario vestir... sino como una pieza incidental a ser usada solo en momentos específicos. Amados, esto era todo lo que bastaba que ellas hicieran para cumplir el mandato. ¡No tenían que ir tan lejos como cambiar su costumbre de no usar velo para sus activudades cotidianas!
Lo que Pablo está defendiendo en aquel pasaje es la vigencia de esta diferencia en el culto público --el velo es simplemente la forma por medio de la cual esto ocurriría normalmente en las ciudades griegas del siglo 1.
Se debe notar que Pablo defiende la participación diferenciada de la mujer en la asamblea usando argumentos permanentes, que trascienden la cultura, tiempo y sociedad, como la distribución o las funciones de las personas de la ejad (1 Cor. 11:3), y el modo por el cual Yahweh creó al hombre (1 Cor. 11:8,9).
Pregunta #12
Pablo escribía sus cartas para atender problemas locales y específicos. ¿Cómo podemos aplicar hoy lo que Pablo escribió si las situaciones y contextos son diferentes?
Respuesta:
Casi todos los libros del Pacto Renovado (el mal llamado "Nuevo Testamento") fueron escritos en respuesta a alguna situación específica en una o más de las comunidades del siglo 1. Pero esos mismos problemas y situaciones existen hasta el día de hoy. Por ejemplo, la mayoría de las mujeres occidentales en la actualidad
siguen sin usar velos en su diario vestir al igual que las antiguas corintias, ¡y por eso permanece la misma necesidad de decirles lo mismo que Pablo le dijo a las antiguas corintias para que usaran un velo aunque solo fuera al momento de orar o profetizar!
Pero los que defienden la ordenación femenina no dirían por esto que nada del "Nuevo Testamento" se aplica a las asambleas de hoy. La carta a los Gálatas, por ejemplo, en que Pablo defiende la doctrina de la justificación por la fe sola, fue escrita para combatir el legalismo de los judaizantes que procuraban desviar las asambleas gentiles de Galacia a mediados del siglo 1. ¿Nos atreveríamos a decir que la enseñanza de Pablo sobre la justificación por la fe no tiene relevancia alguna hoy solo
por ésta haber sido enseñada originalmente en reacción a una herejía que por vez primera afligió a las asambleas en el siglo 1?
Amados, el punto es que existen principios y verdades permanentes que originalmente fueron transmitidos para atender las cuestiones locales, culturales y pasajeras. Pasan aquellas originales circunstancias históricas que dieron pie a las reacciones correctivas de Pablo y otros apóstoles, mas el principio teológico permanece como sana doctrina.
No fue otra cosa sino una conducta totalmente inadecuada de las mujeres en las asambleas de Corinto y Efeso, a quienes Pablo escribió indicando que se quedaran calladas cuando estuvieran en
la asamblea. A las mujeres israelitas o judías hubiera sido absolutamente innecesario decirles esto, queridos amigos, porque ellas no se conducían desordenadamente ni dentro ni fuera de la asamblea. Pero las mujeres cortintias y efesias eran mujeres gentiles, de otra cultura y costumbres muy diferentes a las hebreas. ¡Su costumbre era hablar, incluso imponiéndose sobre los varones y sobre los maestros!---y esto no se les podía permitir.
Aquel tiempo cuando Pablo escribió a las mujeres de Corinto que se quedaran calladas, ciertamente fue un momento histórico definido, pero los principios aplicados por Pablo para resolver los problemas provocados por estas mismas actitudes permanecen válidos y siguen siendo la útil norma a seguir cuando las mujeres de cualquier cultura hoy quieran hablar desordenadamente dentro de la asamblea al estilo de aquellas corintias.
O sea, la enseñanza que las mujeres deben estar sumisas al liderazgo masculino en las iglesias y en las familias, sin ocupar posiciones de liderazgo y gobierno, es el principio permanente y válido para todas las épocas y culturas.
Pregunta #13
¿Dónde se encuentra en la Torah que solamente los hombres pueden ser pastores, presbíteros y evangelistas?
Respuesta:
Los textos más explícitos son Hechos 6:1-7; 1 Timoteo 2:11-15; 1 Corintios 14:34-36 y 1 Corintios 11:2-16. Algunos de estos pasajes fueron analizados con más profundidad en los capítulos anteriores. Además, la relación intrínseca entre la familia y la asamblea
muestra que aquél que es cabeza en la familia (Efesios 5:21-33) también debe ejercer el liderazgo en la asamblea.
Pregunta #14
¿Dónde se encuentra en la Torah que el hombre debe ser cabeza de la familia?
Respuesta:
Hay diversos pasajes en el Pacto Renovado que tratan los roles del hombre y la mujer en la familia: Efesios 5:21-33; Colosenses 3:18-19; 1 Pedro 3:1-7; Tito 2:5. En todos estos, el liderazgo de la familia es atribuido al hombre.
Pregunta #15
¿No son los argumentos usados hoy para defender la sumisión de la mujer los mismos usados en el siglo pasado por muchos creyentes para defender la esclavitud?
Respuesta:
El hecho de que en el pasado la Torah fuera utilizada en forma equivocada para defender la esclavitud no significa que la defensa de la subordinación femenina sea igualmente hecha de forma equivocada. No debemos pensar que la relación entre el hombre y la mujer en la familia y la Kejilah esté al mismo nivel de importancia que la esclavitud. Primero, los papeles distintos del hombre y de la mujer están enraizados en la misma creación, mas la esclavitud no lo está.
Segundo, el hecho de que Pablo hace recomendaciones a los esclavos creyentes para que sean buenos esclavos no significa que él aprobara de la esclavitud. En verdad, las recomendaciones que él da a los creyentes que eran dueños de esclavos ya traían incluidas la idea de la disolución de la esclavitud (Filemón 16; Ef. 6:9; Col. 4:1; 1 Tim. 6:1,2). Nada de esto era invento de Pablo, queridos amigos, en la Torah se hablaba de amos y de sus esclavos, pero se les daban derechos y protecciones a los esclavos. Cuando Pablo hablaba, lo hacía con estas referencias en mente.
Pregunta #16
Había una mujer llamada Junias que Pablo considera como apóstola en Romanos 16:7. Si había apóstolas, ¿por qué no pastoras, presbíteras y diaconisas?
Respuesta:
El pasaje dice los siguiente: «Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Mashiaj" (Rom. 16:7). Con lo dicho ahí, no es tan simple deducir que Junias era una apóstola. Existen varias cuestiones relacionadas con la interpretación de este texto. ¿Es ‘Junias’ un nombre masculino o femenino? Hay mucha disputa sobre esto, pero la evidencia apunta hacia un nombre masculino.
Otra cosa, la expresión «estimados entre los apóstoles» – ¿significa que Junias era uno de los apóstoles, ya antes de Pablo y un apóstol estimado, o significa que los apóstoles antes de Pablo tenían a Junias en alta estima? La última posibilidad es la más probable.
En última instancia, sólo podemos afirmar con certeza, a partir de Romanos 16:7, que quién quiera que haya sido Junias, era una persona tenida en alta estima por Pablo y por los demás apóstoles,
y que ayudó a Pablo en su ministerio. No se puede afirmar con ninguna seguridad que Junias era una mujer, ni mucho menos se puede desprender del texto que Junias era una ‘apóstola’, y mucho menos una como los doce o como Pablo. El pasaje no sirve como evidencia bíblica para la ordenación femenina en el período apostólico. Y esta conclusión está en armonía con el hecho de que Nuestro Amo Yahushua---a quien Pablo servía---NO escogió a mujeres para ser apóstoles. No hay ninguna referencia clara a una ‘apóstola’ en todo el Nuevo Testamento.
Pregunta #17
El Nuevo Testamento dice que en Mashiaj ya no hay hombre ni mujer, todos son iguales delante de Yahweh (Gálatas 3:28). Si prohibimos a las mujeres ser oficiales en la iglesia, ¿no es esto hacer distinciones basadas en el género?
Respuesta:
No se puede negar que el evangelio es poder de Yahweh para abolir las injusticias, el prejuicio, la opresión, el racismo, la discriminación, al igual que la explotación machista. Y no se puede negar que Mashiaj vino para rescatarnos de la maldición impuesta por el pecado. La pregunta es si Pablo está hablando de la abolición de la subordinación femenina y de la igualdad de funciones en este pasaje. ¿Está diciendo el apóstol que las mujeres pueden ejercer los mismos cargos y funciones que los hombres en la asamblea, ya que todos son aceptados por Yahweh a través de Mashiaj por la fe?
Por supuesto, debemos entender que la respuesta es ‘no’. Gálatas 3:28 no está enseñando la igualdad para el ejercicio de funciones, sino la unidad de todos los creyentes en Mashiaj.
Pregunta #18
¿El concepto de la sumisión femenina enseñado en la Torah, no nos llevaría inevitablemente a la idea de que el hombre es superior a la mujer?
Respuesta:
Infelizmente, muchos han llegado a esa conclusión, sin embargo, es una conclusión equivocada. La enseñanza bíblica es que Yahweh
creó al hombre y la mujer iguales, mas con diferentes atribuciones y funciones. La Torah enseña que Yahweh tiene autoridad sobre Mashiaj, Mashiaj tiene autoridad sobre el hombre, y el hombre tiene autoridad sobre la mujer. Es una cadena jerárquica que comienza en la Ejad y continua en la Kejilah y la familia. Podemos inferir (guardando las debidas proporciones) que, de la misma forma como la subordinación de Mashiaj al Padre no lo hace inferior, la subordinación de la mujer al hombre no la hace inferior.
Así como el Padre y el Hijo, que son iguales en poder, honra y gloria, desempeñan papeles diferentes en el Plan de la salvación (el Hijo se somete al Padre), hombre y mujer se complementan en el ejercicio de diferentes funciones, sin que esto implique ninguna inferioridad de la mujer.
En varias ocasiones en el Nuevo Testamento se exige que los creyentes se someten a las autoridades civiles (Rom. 13¡-5; 1 Pedro 2:13-17). Sin embargo, este argumento en ningún momento implica que los creyentes son inferiores o tienen menos valor que los gobernantes. Igualmente, los hijos no son inferiores a sus padres simplemente porque deben someterse a su liderazgo (Efesios 6:1). El concepto de la subordinación de uno a otro tiene que ver solamente con la manera en la cual Yahweh el Padre estructura y ordena la sociedad, la familia y Su Asamblea.
Pregunta #19
En 1 Timoteo 3:11, al describir los requisitos para diáconos, Pablo se refiere a las mujeres: «Las mujeres asimismo, sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo». ¿No prueba este versículo que había diaconisas ordenadas en las iglesias apostólicas?
Respuesta:
No necesariamente. Este pasaje ha sido entendido de diferentes maneras, pero no todas son correctas:
(1) Pablo puede estarse refiriendo exclusivamente a las mujeres de los diáconos. Por esto Pablo emplea para ellas la expresión «es necesario» (1 Tim. 3:11), que son las mismas palabras que él empleó para los presbíteros (3:2) y los diáconos (3:8) al describir sus requisitos. Pero a nosotros no nos parece que el apóstol se refiera a las mujeres de los diáconos de manera exclusiva, sino de manera preponderante.
2) Pablo puede estar refiriéndose a todas las mujeres de la kejilah, sin embargo, ¿no sería bastante extraño que Pablo hubiera colocado instrucciones para todas las mujeres en medio de las instrucciones para los diáconos? Sin duda alguna, sería muy extraño a no ser que Pablo estuviera exortando a todas las féminas creyentes a servir a la asamblea. No habría nada malo en eso, así que no se podría que descartar esta posibilidad.
(3) Pablo puede estar refiriéndose a las asistentes de los diáconos, mujeres piadosas, que prestaban asistencia en obras de misericordia a los necesitados de la asamblea, pero dado el hecho de que la palabra diakonos significa servidor/servidora, entonces estas mujeres serían en efecto "diaconisas" en función! Esta opción también podría ser una acertada.
(4) Pablo se refería mujeres que eran diaconisas conocidas de todos, y por eso las menciona directamente después de los diáconos. Sin embargo, es un poco extraño que Pablo no empleara el término apropiado para describir su función (o sea, llamarlas diaconisas) en ese pasaje, ya que sería lo mas lógico puesto que él viene hablando de presbíteros y diáconos. "Sobrias y fieles en todo," sin embargo, serían cualidades básicas para cualquier mujer diaconisa.
Aunque todas las interpretaciones tienen validez, unas la tienen mas que otras. De entre todas, la opción #3 parece la mejor y más probable: había mujeres piadosas en las iglesias apostólicas, no ordenadas como ‘diaconisas’ de ninguna manera oficial, que ayudaban a los diáconos en las obras de misericordia, trabajando directamente con otras mujeres pobres y necesitadas. Es a éstas que Pablo se refiere. Pero en todos los casos se refiere a mujeres que eran servidoras, no a maestras ni a pastoras.
Conclusión
Amados, en conclusión, no hay respaldo bíblico suficiente para que se ordenen mujeres al ministerio de las iglesias cristianas locales en que van a presidir, gobernar y enseñar doctrina a los hombres.
En realidad, las evidencias bíblicas apuntan en otra dirección. La enseñanza bíblica no puede ser ignorada por los que están promoviendo la ordenación de mujeres en las asambleas, y por eso en la genuina asamblea no se tolera semejante desobediencia.
Abrazo kodesh a nombre de Nuestro Amo Yahushua,
Rafael