IRREPRENSIBLES Y SENCILLOS
HIJOS DE YAHWEH
“Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Yahweh
sin culpa en medio de la nación maligna y perversa, entre los cuales resplandecéis como luminares en el mundo.” Así dijo el Apóstol Pablo/Shaul a la Asamblea o Iglesia de Filipo en 2:15.
En base a lo anterior, amados míos, debemos considerar estas palabras que, como dijo el mismo Apóstol, entre otras cosas, “han sido escritas para nuestra enseñanza y corrección.”
Fíjense queridos míos, que uno de los propósitos de la Escritura inspirada por Yahweh es instruír en rectitud, y otro es corregir. De manera que el que lee la Escritura se instruye y se corrige.
Lo primero que nos debe venir a la mente con eso, amigos y amigas, es que el que la lee necesita esa instrucción y corrección---o no necesitaría leer las Escrituras.
La palabra "Irreprensible," según el diccionario, significa: "conducta que no amerita represión;" por lo tanto, la única forma de lograr tener una actitud irreprensible, es siendo "responsable" para no tener falta, y, lo responsable, requiere a su vez de: "amonestar, corregir o censurar a alguien por una mala conducta, y hacer madurar." Esto es (parte de) lo que hace falta para ser responsable, queridos míos.
Consideremos también el contexto de Filipenses 2:12, que dice: “como siempre hubieses obedecido… ocupas en vuestra salvación con temor y temblor.”
Uniendo estos dos conceptos, queridos amigos y amigas, tenemos como consecuencia, que ocuparnos de nuestra salvación poniendo toda nuestra atención y diligencia; es decir, dándole la importancia debida y necesaria; y qué mejor forma que por medio de una conducta recta que no dé lugar a reproches o reprensión alguna, para a su vez, convertirnos en ejemplos para el mundo. Y no podemos obviar que se nos manda velar por la conducta y salvación de nuestros hermanos, quienes también deben esmerarse por ser irreprensibles. Sin embargo, para ser ejemplos dignos y poder corregir a otros, nosotros mismos debemos considerar si tenemos las mismas faltas desatendidas dentro de nosotros---lo cual nos haría reprensibles.
En Malaquías 2:1-10, encontramos algunos malos ejemplos de actos dignos de reprensión, perpetrados por los sacerdotes que cayeron en la infidelidad de los deberes, por no tener cuidado en la luz con temor, y temblor; lo cual no sólo les afectó en su vida personal, sino que también hicieron que el pueblo tampoco respetara la ley, y no buscara la amistad con Yahweh. Lo cual es también un ejemplo para nosotros, desde luego mis amados, no para imitarlos, ¡sino para evitar caer en esos mismos errores!
Otro ejemplo más lo encontramos en 1ª Samuel 2:22-25, en donde leemos que, los hijos del Sacerdote Eli---por no tener cuidado en su forma de ser---actuaron inicuamente, pisoteando las ofrendas del pueblo; por lo cual como consecuencia, no sólo perdieron el privilegio de servir a Yahweh como "sacerdotes," sino que fueron condenados a muerte por las obras perversas que realizaron---cegados y endurecidos por lo cual no pudieron alcanzar misericordia alguna.
Amados, para complementar el análisis del texto referido al principio de este mensaje, es necesario también considerar y analizar los siguientes términos:
Sencillo. Lo que significa: modesto; que carece de adornos; digno de confianza; en sentido figurado ingenuo; que no engaña a los demás.
Modestia. Virtud que nos impide hablar o pensar orgullosamente de nosotros, falta de ostentación y de lujo; también significa pudor, recato, honestidad y decencia.
Con las anteriores definiciones, podemos más fácilmente comprender la exhortación que hace el Apóstol Shaul en la Carta a los Romanos en 12:3, donde nos dice: “…que no tenga más alto concepto de sí, que el que debe tener, sino que piense de sí con templanza, conforme a la medida de fe.”
Estas características de sencillo e irreprensible, no deben ser aplicadas o vividas sólo en el hogar o en la congregación a la que pertenecemos, sino que debemos demostrarlas en todo lugar en donde nos encontremos; pues existe una gran responsabilidad de mostrarnos a las gentes como rectos o hijos de Yahweh, por lo que, actuando o conduciéndonos sencilla e irreprensiblemente mostramos así, la calidad de buenos ciudadanos o creyentes.
La escritura así lo manifiesta, en 2ª Corintios 3:2: “Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, sabidas y leídas de todos los hombres.” Shaul se refiere a que nosotros somos nuestras mejores cartas de presentación, o credenciales.
Los ojos de los gentiles están atentos hasta en los más mínimos detalles de todo cuanto decimos o hacemos: la forma de hablar, las palabras que utilizamos; las amistades que frecuentamos; nuestro vestir; nuestras relaciones familiares, etc.
Si mantenemos nuestra vocación intachable, nada podrán decir que nos avergüence a nosotros, a nuestros obreros, vecinos, y a nuestros hermanos y a nuestros ministros. Amados, por ello es necesario también considerar la exhortación que hace el Apóstol Pablo a Timoteo: “Procura con diligencia presentarte a Yahweh aprobado, como obrero que no tiene de que avergonzarse.” (2° Timoteo 2:15).
La verguenza a la que se alude aquí obviamente se refiere a la verguenza que produce el pecado. Un comportamiento pecaminoso ignorado por el perpetrador, hace que la persona no se pueda presentar dignamente ante Yahweh a ojos de Su propio Creador ni de su prójimo.
Por tal razón, queridos míos, debemos de caminar rectamente, por la senda que se llama justicia y que proviene de cumplir la ley; que no nos permite irnos ni a la derecha ni a la izquierda, y que es la única que nos lleva hacia nuestro Salvador, asegurándonos estar con El para siempre en su reino milenario, y que nos aseguran también, que habrá gente que seguirá el buen camino por la virtud que manifestamos al andar en medio de ellos.
Y solo así, queridos míos, cumpliremos lo estipulado en Filipenses 2:15. Que en medio de tanta maldad, salgamos limpios y justificados, sin nada que nos acuse o que nos estorbe, para lograr llegar a nuestra meta.
¿Y cuál es es meta, queridos amigos y amigas? Poder estar en pie ante Nuestro Amo sin avergonzarnos. Y asi, poder ver el rostro de Yahweh nuestro Elojim y gozar de la presencia de nuestro Salvador y Rey Yahushua en Su Reino; al cual daremos toda la honra y la magnificencia por siempre.
Shalom ubrajot a todos,
Rafael